A los 32 ya me había
venido el clímax de la vida
el peso de la muerte
el alma
el corazón rasgado
una
dos
tres veces
por la ilusión del enamoramiento
y para toda la vida
por la ilusión de que los amigos
y la familia
permanecen
por la ilusión de que
yo
siempre soy yo
me vino la realidad a ratos
por trozos
desgarrando la ilusión construida
la que te cuentan los adultos ...
que nunca abandonaron su puerilidad
venido el clímax de la vida
el peso de la muerte
el alma
el corazón rasgado
una
dos
tres veces
por la ilusión del enamoramiento
y para toda la vida
por la ilusión de que los amigos
y la familia
permanecen
por la ilusión de que
yo
siempre soy yo
me vino la realidad a ratos
por trozos
desgarrando la ilusión construida
la que te cuentan los adultos ...
que nunca abandonaron su puerilidad
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