miércoles, 20 de noviembre de 2013

Vida: nacer, morir, crecer.




He aprendido que la felicidad es nada sin la tristeza,

que escojo cada muerte (pequeña) para tener el privilegio 

de nacer y nacer en vida.

Nacer, morir, crecer;
nacer, morir, crecer...

morir

 es vida.






Para regresar, hay que irse primero...  s i e m p r e.


Would you walk with me?





                                  



         

Mi guacamaya ha muerto.




¡Mi guacamaya ha muerto! 
no lo entiendo,
hace rato estaba hambriento.

¡Me mataron a mi guacamaya! 

no lo comprendo,
su corazón ha dejado de latir, 
pero entonces, 
¿por qué se está moviendo?

¡Un suicidio ha ocurrido!
le vi una soga al cuello,

su latido ha cesado
pero no su aliento, 
sus ojos se han cerrado, 
parecen enfermos.

¡Maté a mi guacamaya!

no lo entiendo,
quizá fue cuando yo estaba durmiendo.

Ya no escucho su latido, 

pero entonces,
¿Cómo es que ahora está huyendo?

¡Mi guacamaya ha muerto!
inconsolable estoy por dentro,
estaré en duelo eterno.

¡Pero que alguien me ayude!


Mi guacamaya vuela, 

se mueve,
canta, 
tiene aliento.

¿Cómo le regreso la humanidad,

 la visión,
el latido al cuerpo? 






Si tuviera que decirte


Si tuviera que decirte cuánto y cómo te amo
me desintegraría en un río eterno de lágrimas,
en uno de esos infestados
de salmones de palabras 
entrecortadamente mal entonadas. 

Y me correría por tierras desconocidas 

y mundos de fantasía 
hasta llegar a ese mar que se seca
a pesar de la teoría. 

Y llegaría a ese mar 

que cada vez más
creo que se ha confundido con una presa, 
ahora en tiempos de sequía.

Por eso justo hora no lo digo,

no vaya a ser que cada gota de mi ser 
no encuentre la sal que necesita.




martes, 19 de noviembre de 2013

Aunque se vista de noche el tiempo



En el amanecer equivocado 

que me viene a cada rato
durante la noche 
me encuentro.

Y se me viene la realidad 

que se encuentra con el sueño, 
con la luna, 
con la intranquilidad,
con la locura.

Y me pasa cada tú y yo 

durante año y medio
en un instante frente al espejo. 

Y me llegamos

hasta ahora donde ya no estamos, 
y me enfrento, 
me asfixio,
me quemo por dentro.

Y me obligo a anochecer, 

lo logro sólo por un momento 
porque esto que siento 
me amance obligadamente a cada oportunidad, 
me amanece 
aunque se vista de noche el tiempo.