miércoles, 28 de mayo de 2014

Así, inalcanzable.

Le observo,
y no dejo de imaginar
la sensación prohibida
de su piel morena junto a la mía,
imagino se enamora de mi cabello crespo
y mi sonrisa desmedida

Le admiro
a cada caótico pensamiento
que brilla
entre las cabezas huecas de inteligencia.
Cadáveres parlanchines ...
de máscaras carcomidas el rostro
y de caprichos entumidos el torso.

Se ensucia
y no es mierda la que teme rechazar
se expone
y no es pena la que le limita hablar.

Le busco
en la mirada
un abrazo que no me atrevo a dar
por propiedad ...
y también decoro.

Es verdad que no sabría decirte qué piensa cuando sonríe
pero sé, que también él fantasea con una burbuja
donde el tiempo deja de contar,
donde la gente toca cerrando los ojos,
y poniendo el corazón sobre la mesa
no le teme a la oscuridad

Quizá algún día nos encontremos
entre mi ida y su regreso,
quizá algún día me espere,
quizá algún día
se atreva
a decirme cuánto me quiere.







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