Te he de contar una cosa:
ya no te extraño
hasta que te extraño.
Ya no necesito cuidarte,
ya no quiero saber de ti,
y a n o s o m o s.
Pero a veces,
como hoy,
quisiera contarte mi tristeza
quisiera contarte mi tristeza
(y que me contaras la tuya)
para llorar juntos
en algún floreado parque
y agradecer nuestro amor
que no ha sido nada más que puro,
de hermanos.
Y entonces tomar fuerzas
para continuar con nuestras vidas
amando, odiando, resintiendo, envidiando, encelando
sin tener otro ideal más que el de SENTIR,
a sabiendas de que la p u r e z a, querido,
JUNTOS ya la hemos vivido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario