Cada despertar es un nuevo acabar.
Y así, desde el ocaso que me trae el amanecer,
empiezo a aclarar mi vida en la oscuridad,
a poner todo orden enmedio del caos;
a hacerle agujeros a la penumbra
para dejar que pequeños rayitos de esperanza
iluminen mi camino.
Y así todo el día en la labor
hasta que el tiempo me obliga a dormir
sin descansar,
abro los ojos
todavía a la luz de la luna,
todavía a la luz de la luna,
no me encuentro,
me asfixio,
me quemo desde el pecho,
se derrumba lo construído.
Y así sin ganas,
vuelvo a empezar,
a t e r m i n a r en un c o m e n z a r.
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