A mi que me dejen

A mi que me dejen
en las sombras de los bailables,
tras las cortinas de los ignorantes,
mientras los extasiados se olvidan
del método y los buenos modales.

A mi que me dejen
queriendo tu espalda en mi pecho,
que si hay duda, la arrebato
sin más veda que la promesa
de que mañana nos iremos sin sueños.

A mi que me dejen
con los labios hinchados,
escurriendo las mieles de tu sexo,
sin posibilidad de liberarse del deseo.

A mi que me dejen
con la ilusión de un llamado al afecto
rota por el coraje del inmoral
en busca de lo correcto.

A mi que me dejen

aflojando cinturones

mientras la beoda reclame

aquello que nunca le fue otorgado.

A mi que me dejen
mirando al cielo
esperando tener un secreto lóbrego,
un secreto de amor eterno.

A mi que me dejen queriendo más,
si  MÁS  NO   Q U I E R O.